De sus andanzas gastronómicas da refelejo su twiteo contínuo de lugares de lo más interesantes, a su vez está desarrollando la aplicación Club Gourmet , que intenta que conozcas los restaurantes mejor valorados por gourmets independientes.
Mores es uno de estos restaurantes que merecen la pena visitar siempre, por su carta de cercanía y por su cocina muy cuidada, siempre con un RCP muy ajustado.
Vanesa y Christian siguen haciendo una cocina que yo definiría como honesta, con una buena cantidad de elaboraciones muy atractivas y sin los tópicos de la zona. La carta de vinos es también una apuesta por novedades y por lo local, hay una importante cantidad de cervezas artesanas de Cantabria y están representados muchos de los vinos de nuestra región.
Comenzamos con unos gambones a la sal. Una elaboración que vengo pidiendo habitualmente la mayoría de las veces que me acerco por el restaurante, ya que me apasionan. Espectaculares, textura tersa de la gamba y madurez del tomate, acidez y yodo. Marino, delicado y sabroso.
Sashimi de dorada. La dorada impregna la boca con su intenso sabor, domina su potencia, no lo enmascara ningún producto, y mucho menos siendo de esta calidad, lo cual no es tan fácil de encontrar, los ingredientes justos para no perder el norte.
Continuamos con unas alcachofas. Muy buenas y naturales, auténtico sabor al cardo.
Otro de mis ineludibles del lugar, y siempre presentes en la carta, un disgusto tendríamos si desaparecen, las manitas deshuesadas. Casquería de la buena, limpieza y sabor, untuosidad, gelatinosidad, un guiso para descubrise ante él que define la clase de sitio en el que te encuentras.
Para terminar lomo de ciervo, foie y pera con salsa Cumberland. Esta salsa se sirve fría, es una mezcla de diversos zumos de fruta mezclados con mostaza y cayena. Esta fue la elaboración que menos me entusiasmó, pero a parte de que la salsa es fría, se nos quedó frío pues nos excedimos con el palique y se nos fue el santo al cielo.
Como os decía al principio el RCP no puede ser mejor.